Hace algunos años, los médicos solían afirmar que el TDAH solo podía ser diagnosticado en la infancia. Sin embargo, hoy sabemos que tanto los niños como los adultos pueden desarrollar este trastorno en cualquier etapa de la vida.
Entonces, ¿Qué es el TDAH? Es un trastorno del comportamiento y las emociones que se caracteriza por un déficit de atención y rasgos de hiperactividad e impulsividad.
¿Cómo se manifiesta el déficit de atención o la inatención?
- Dificultad para prestar atención a los detalles.
- Pérdida de elementos necesarios en la vida diaria.
- Sensación de no estar escuchando cuando alguien habla directamente.
- Dificultad para mantener una conversación larga sin distraerse.
- Dejar tareas pendientes o inconclusas, y tener problemas para organizarse o seguir instrucciones que requieren un esfuerzo mental prolongado.
¿Y la hiperactividad e impulsividad?
- Incapacidad para permanecer sentado en un lugar durante mucho tiempo.
- Dificultad para mantenerse quieto durante períodos prolongados.
- Hablar excesivamente y cortar a las personas mientras hablan o responder antes de que terminen de hacer la pregunta.
- Interrumpir las actividades de otras personas.
- Dificultad para esperar el turno en una fila.
Es importante destacar que cualquiera puede tener una o varias de estas características en algún momento. Las personas con TDAH experimentan estas dificultades durante meses o años, y han pasado por una serie de pruebas antes de recibir un diagnóstico. El tiempo es un factor crucial en la determinación del diagnóstico.